El teletrabajo era una palabra que casi todos conocían, pero de oídas, hasta que llegó la pandemia. Cuando comenzaron las restricciones por el coronavirus, muchas empresas vieron el trabajo remoto, tan ignorado hace un año, era la única alternativa para poder continuar produciendo y ofreciendo sus servicios.
Sin embargo, aquella tesis inicial de algunos de que pronto se volvería a la normalidad y la vida habitual en las oficinas retornaría, no parece que vaya a cumplirse. La mayor parte de expertos creen que el teletrabajo se va a consolidar antes de lo que socialmente hablando se cree.
Si bien hay varios estudios recientes ya publicados sobre la materia, el de The Work Survey, elaborado por Wakefield Research en nombre de ServiceNow, da una visión global de cómo el coronavirus impactó en el trabajo recogiendo datos de hasta 11 países y múltiples sectores empresariales. De hecho, en rasgos generales es realmente positiva.
Dos datos avalan dicha tesis:
Además, todo el proceso de digitalización que permitió esa rápida adaptación a los entornos remotos de trabajo supuso una incidencia importante en los costes.
De hecho, según el estudio:
Todas esas cuestiones que tratamos muy a menudo en nuestro blog, y que en el caso de España en la era pre-covid-19 estaban todavía muy pendientes de mejorar parecen haberse convertido en una prioridad real a corto plazo.
Aunque las valoraciones generales son positivas, los ejecutivos consideran que los segmentos clave de sus negocios son incapaces de adaptarse a una digitalización en 30 días o menos, lo que ha llevado a replantear la necesidad de inversiones para que esto sea posible, destacando los departamentos de finanzas, ventas y recursos humanos.
En el otro lado de la balanza está la mayoritaria confianza de esos directivos en sus respectivos departamentos de TI.
El teletrabajo se implantó rápidamente, y hay un consenso claro entre empresarios y trabajadores de la mejora de la calidad laboral que supone.
Sin embargo, tras los primeros meses de experimento y los siguientes de consolidación como nueva manera de trabajar, los desafíos comienzan a hacerse cada vez más evidentes. De hecho, algunos de ellos se recogen como datos en el estudio. En ese sentido, el consenso no aparece ya que:
Las ventajas son demasiado elevadas para ambos actores como para negar que el trabajo en remoto va a ser una tesis mayoritaria. Obviamente, no será de aplicación en aquellos puestos o empresas en los que la presencialidad sea realmente necesaria.
Pero salvo esas excepciones, las compañías apostarán por esa idea de permitir el trabajo allí dónde se quiera ejecutar comprometiéndose mucho más con los resultados a obtener por parte de sus empleados que realmente con esa necesidad de estar presente físicamente en la sede de la compañía.
Para concluir, si alguien duda de que el teletrabajo ha llegado para quedarse y se convertirá pronto en un hábito, es probable que vaya a tener que replantearse aquello de adaptarse para sobrevivir. No hay indicios de que empresarios, empleados y en general el sistema productivo vayan a dar marcha atrás en lo que ha sido una necesidad inicialmente, pero ahora ya se ha transformado en una gran oportunidad.
Imagen: Standsome Worklifestyle
Fuente: https://tecnologiaparatuempresa.ituser.es/estrategias/2020/11/las-nuevas-formas-de-trabajar-se-convertiran-en-la-norma
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