En términos generales, las infraestructuras de las empresas TIC que aplican las Green IT disponen de tecnologías que logran una gran productividad con poco consumo. Un ejemplo muy ilustrativo es la iluminación de bajo consumo, sin duda una buena opción para ser más sostenible y, a la vez, reducir gastos.

El uso de dispositivos móviles y otras tecnologías de gran consumo por parte del ser humano ha generado también un debate en el apartado medioambiental. El informe Resource Efficiency in the ICT Sector, elaborado por Greenpeace, alerta sobre el gran impacto sobre el medio ambiente que tiene el uso de algunos materiales, como por ejemplo los minerales, en la fabricación de la mayoría de dispositivos el mercado.

En esta línea, algunos países ya han introducido en su legislación cambios para reducir esta afectación sobre el medio ambiente por parte de los dispositivos móviles.

A ello se ha unido la contribución de algunas de las empresas fabricantes, que han optado por materiales o componentes químicos más eficientes. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer tanto en aspectos relacionados con el material, como por ejemplo con las emisiones de los dispositivos.

Las Green IT apuestan por energías renovables que no supongan un riesgo medioambiental como ocurre con energías finitas que, con el paso de los años, acabarán por ser un riesgo real para la subsistencia natural y humana.

De esta forma, cambiar las flotas de vehículos de combustible por eléctricos o canalizar la iluminación de un edificio a través de la energía solar es una de las apuestas de las empresas ‘verdes’ que se convertirá en una casi obligada tendencia año a año.

El uso de la nube es una de las tecnologías consideradas como más ‘verdes’, ya que evita que tengamos que disponer de información y realizar tareas y procesos mediante el uso de dispositivos locales.

Las tecnologías Saas (email, CRM, software colaborativo, etc.), las PaaS (desarrollo en la nube, streaming, etc.) o IaaS son un gran aporte para el medio ambiente, además de para la eficiencia en la empresa.

Con la aplicación de un conjunto de tecnologías eficientes y sostenibles, muchas compañías trabajan ya en la consolidación de edificios inteligentes que logran una reducción de consumo e impacto en el medio ambiente importante.

La sensorización de espacios para reducir el consumo de luz, la interconexión de espacios y dispositivos, la construcción para un uso óptimo de la luz natural o la monitorización de los residuos generados en la empresa y su posterior reutilización o reciclaje son algunas de las prácticas que van tomando fuerza.

Dentro de las infraestructuras smart de las empresas hay que dedicar un capítulo especial a los centros logísticos de la industria 4.0, pues son uno de los más claros ejemplos de reducción de consumo, eficiencia energética y optimización de recursos que podemos poner.

El almacenamiento de las empresas del siglo XXI deriva hacia una gran reducción de stocks, mucho menos consumo y una gran capacidad de ajustarse a las necesidades de cada momento gracias al uso del Big Data para conocer los hábitos de compra del usuario.

Dentro de la mejora de la efectividad y productividad de la empresa, las tecnologías de comunicación y movilidad tienen un gran valor. Además, utilizar tecnologías como la VoIP para realizar videoconferencias, reduciendo el consumo energético, los desplazamientos o fomentando el teletrabajo, también contribuyen a reducir el impacto en el entorno.

Las pymes han sabido aprovechar lo mejor de las TIC para ser más eficientes y producir más en el mismo o en menos tiempo.

Realizar una videoconferencia con personas que se encuentran en lugares diferentes agiliza la realización de la reunión y las acciones derivadas de la misma, y además evita desplazamientos (reducción de emisiones de vehículos e impacto humano en el entorno).

Otro ejemplo claro es la producción de los propios productos de la compañía. Las TIC permiten menos consumo energético, menos pasos que en procesos anteriores y un producto final de calidad realizado con un impacto menor sobre el medio ambiente.

Las pymes que están apostando por las Green IT están obteniendo también resultados en clave de reputación. Cada vez más, el propio sector y, sobre todo, la sociedad y potenciales clientes, son más sensibles y favorables a las prácticas sostenibles en el sector empresarial.

Las nuevas generaciones (la llamada ‘generación Z’ o nativos digitales) perciben como un valor añadido el hecho de que un producto proceda de una empresa que busca eficiencia, sostenibilidad y respeto al medio ambiente.