La mitad del trabajo industrial en España podría estar en manos de los robots. Incluso hay expertos que dicen que esta cifra se queda corta. Defienden que se podría automatizar hasta “el 80%” de los procesos actuales de fabricación en las empresas medianas y grandes. Si es cierto, ¿nos quedaremos sin empleo? ¿De verdad en los próximos años el 50% del trabajo industrial lo desarrollarán robots?
Un informe titulado Un futuro que funciona: automatización, empleo y productividad, publicado por McKinsey Global Institute, así lo afirma. Este estudio dice que:
El 48,5% de los empleos en España pueden ser sustituidos por robots y otras tecnologías.
(McKinsey Global Institute)
En relación con Europa, somos el quinto país en este ranking. El primero lo ocupa la República Checa, con un 52,5% de los empleos.
Pero esta cifra podría casi doblarse. Y es que algunos expertos defienden que las máquinas harían hasta “el 80%” del trabajo.
Si sus previsiones se cumplen, ¿qué pasa con los trabajadores?
Partimos del supuesto de que las personas desplazadas por la automatización encontrarán otro empleo.
(McKinsey Global Institute)
En McKinsey Global Institute no hablan de destrucción de puestos de trabajo. Utilizan el término “transformación” de los puestos de trabajo. Según ellos no va a haber más paro por culpa de las máquinas y la inteligencia artificial.
Defienden que los robots harán el trabajo “más conocido” de la industria. Pero que, al mismo tiempo, como comentábamos en nuestro artículo sobre empleo y robotización, surgirán nuevas especialidades, otros puestos; distintos oficios. Y que, por eso, crecerá la demanda de empleo.
Entre los nuevos trabajos citan los de data scientist, chief data o data analyst. También surgirán responsables de calidad de dato, gestores de felicidad o gestores de equipos virtuales de trabajo. Y se habla incluso de arquitectos Big Data como otro ejemplo de estas nuevas profesiones.
Esto es lo que dicen los expertos. El resto de los humanos tenemos nuestras reticencias. Y es que, cada vez que vamos al banco comprobamos cómo se reduce el número de empleados. La gran mayoría de las gestiones las hacemos solos, en el robot cajero. Si estamos en el supermercado, más de lo mismo. Ya no le pagamos ni al empleado, sino a una máquina, y así un largo etcétera. Y ocurre lo mismo vayamos a donde vayamos.
Mira este vídeo. Es de una empresa de mensajería China. Redujo el 70% de su plantilla con la introducción de robots.
¿Lo has visto? Trescientos robots gestionan 200.000 pedidos en un día. Ahorran la mitad de los costes laborales y mejoran la eficiencia de la empresa en un 30%. Según el informe McKinsey, “la automatización podría incrementar la productividad a nivel mundial desde un 0,8 hasta el 1,4% anualmente”. Por otro lado, los salarios de los despedidos sumarían unos “13.000 millones de euros anuales”.
Vivimos en una era en la que los robots no solo pueden realizar una gama de actividades físicas mejor que los humanos y a menor coste. También son capaces de realizar tareas que requieren competencias cognitivas, como hacer juicios tácticos, sentir emociones o conducir un vehículo. En Estados Unidos ya han hecho pruebas con camiones de reparto. Y han tenido éxito. ¿De verdad que los robots no amenazan nuestros empleos?
Asusta ver algunos datos del informe:
¿De verdad que no debemos tener miedo a quedar sin empleo?
Los expertos que han escrito el informe McKinsey Global Institute no quieren desalentarnos. Reconocen que “el 70% de los empleos sufrirán algún tipo de impacto como consecuencia de los robots”. Sin embargo, subrayan con rotulador bien vistoso que “solo el 5% de las profesiones es totalmente automatizable”.
¿Qué quiere decir esto?
Pues que solo un número muy pequeño de profesiones pueden ser sustituidos al cien por cien por robots. El resto requiere un trabajo conjunto entre humanos y máquinas inteligentes.
Y postulan una y otra vez que esa “colaboración” robot y humano va a ser imprescindible. Y que, por eso, no habrá falta de empleo, sino lo contrario. Se generará una gran demanda. Eso sí, una gran demanda de estas nuevas especialidades. Así que el que quiera tener trabajo tendrá que formarse en estas nuevas labores.
Un sesenta por ciento de las profesiones tienen por lo menos un 30% de actividades que se pueden automatizar.
(McKinsey Global Institute)
Para McKinsey Global Institute esto no es malo. “La conexión humana no podrá ser reemplazada”, afirman. “Y es perfectamente posible reconvertir puestos de trabajo hacia nuevos roles basados en perfiles y habilidades digitales”, aunque esto llevará décadas. “Porque antes hay que hacer una planificación previa de la empresa”. Pero el aumento de la productividad “únicamente sucederá si las personas trabajan en conjunto con las máquinas”.
Por otro lado, los analistas añaden otra razón para que no haya más paro que ahora. Se trata de “superar las tendencias demográficas de envejecimiento tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes”. Debido a este crecimiento cero poblacional, “la economía mundial necesitará a todos los trabajadores, además de a los robots”, dice McKinsey Global Institute.
“Las personas realizarán actividades complementarias al trabajo de las máquinas y viceversa”. La naturaleza del trabajo cambiará. Estas modificaciones transformarán la organización de las compañías, su estructura y modelos de negocio. Los individuos necesitarán actuar más con las máquinas como parte de su trabajo diario. Por ello, “deberán adquirir nuevas habilidades”, necesarias en esta era de la automatización. Pero los seres humanos seguirán siendo necesarios en la fuerza laboral.
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