La necesidad de implementar soluciones de trabajo en remoto y de un día para otro es un efecto colateral más de la Covid-19. Esto ha supuesto un incremento de ataques a empresas, organizaciones y administraciones a nivel mundial, incluidas las grandes empresas españolas y, también, las pymes. Por todo ello, se hace ahora más necesario si cabe concienciar a todos los estamentos de la empresa sobre la Ciber-responsabilidad.
Para Antonio Soto, director de Verne Tech, “es nuestra responsabilidad proteger los activos de una organización, los datos de nuestros clientes y empleados y la continuidad del negocio. Por un lado la dirección tiene que formar y concienciar a los empleados para que aprendan a protegerse de los ciberdelincuentes. Las cadenas siempre se rompen por el eslabón más débil y, en este caso, son los usuarios. Disponemos de aplicaciones que nos permiten ejecutar campañas de concienciación para poder analizar el nivel de control que tienen nuestros usuarios sobre las tácticas utilizadas por los ciberdelincuentes”.
Soto, director de la la empresa de tecnología, incide en que “no es razonable que si se ha producido un incremento de más de un 75% en la fuerza laboral que está trabajando en remoto, el incremento en soluciones de seguridad para protegerlos, solo lo haya hecho en un 11%. Esto deja entrever que todavía no existe concienciación suficiente con respecto a este punto y está tocando aprender por las malas”.
Que tengamos parte de nuestros servicios o infraestructuras en la nube no implica que no tengamos que preocuparnos de la seguridad a determinados niveles. Para el director de Verne Tech, “del mismo modo que continuamos manteniendo la propiedad de los datos o aplicaciones que alojamos en la nube, también mantenemos la responsabilidad de asegurarlos. Dependiendo del tipo de soluciones (IaaS, PaaS o SaaS), nuestra responsabilidad será mayor o menor, pero, como mínimo, debemos de asegurar nuestros datos, tanto desde un punto de vista de seguridad, como desde el punto de vista de la recuperación”.
2020 fue un año récord en ciberataques tanto a instituciones públicas como empresas privadas (Cadena SER, Adif, Mapfre, etc…) y 2021 no se está quedando corto (SEPE, Tribunal de Cuentas, Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología o el Consejo de Seguridad Nacional, así como varios ayuntamientos como el de Oviedo, Fuenlabrada, Vinarós…).
La investigadora y escritora Selva Mª Orejón, consultora experta en ciberseguridad, perito judicial y autora del libro “Identidad Digital”, destaca que la realidad es que, al igual que las multinacionales, los grupos criminales tienen un sistema de organización financiera y humana al nivel de su actividad económica. Diferencia, entre otras muchas, es que no respetan el código penal ni ningún otro tipo”.
La situación de confinamiento durante la pandemia ha sido muy relevante en el caso de los ciberataques. Orejón ha señalado en este aspecto que “ha habido tantísimas personas conectadas desde diferentes dispositivos con un nivel de desconocimiento e inseguridad digital tan grande que ha sido el caldo de cultivo genial para los delincuentes. De hecho, sigue en aumento esta tendencia”.
Así pues, seamos responsables, y velemos por la seguridad y la continuidad de nuestros negocios, o la cruda realidad acabará imponiéndose y nos obligará a pasar por el ingrato momento de sufrir las consecuencias de un ciberataque.